¡Qué es la vida sino un misterio!
¿Acaso vemos el ignoto vacío más allá del
horizonte?
Las sombras no se extinguen,
ni el alma que le dio la luz
a los húmedos ojos
que alegraron nuestros días
Y el aliento sepultado es un coro de séfiros
que acaricia nuestro rostro
en murmullos amorosos
Del polvo se construye un silencio,
pero renace el más hermoso recuerdo
De la hojarasca de invierno
reviven los huertos
Del ocaso viene la noche, y de la bruma oscura
el esplendor de la mañana
Con los recuerdos se esculpe nuestra vida,
la vida que es un misterio
De las sombras vienes amigo,
a recordarme tu ausencia
Con las sombras vienes,
y me has sorprendido
para decirme:
¡Qué aún estás conmigo!
Y te veo a mi lado,
y nos quedamos mirando,
pensando y sonriendo que la vida, la vida y la muerte, son un misterio
Para Titán, ¡mi más querido y noble amigo!
